Tecnología y la práctica legal: Cambios en los servicios legales
Por: Linkea tu Abogado
El nuevo ecosistema digital ya no es ajeno a ningún ámbito personal ni profesional. El avance de la tecnología ha roto las fronteras (lo global es local y viceversa), permite mejorar la eficiencia en las empresas, facilita las comunicaciones y el intercambio de información, promueve el autoaprendizaje, da acceso a información y facilita su análisis y procesamiento.
Según los estudios realizados por Google/Ipsos, Connected Consumer Study (2016) y Consumer Barometer (2017), el 66% de peruanos están conectados a internet y el 73% de los peruanos buscan información antes de concretar una compra; es decir, el consumidor peruano es cada vez más digital y quiere estar más informado antes de realizar una compra o contratar un servicio.
El ámbito legal no es ajeno al nuevo ecosistema digital. La regla de ahora es que la información está en todas partes y se puede acceder a ella desde donde se desee (gracias a la conexión a internet). Ya no es como antes donde el abogado era quien tenía la información en secreto, ahora la información legal se encuentra de forma gratuita online y lo más importante es compartirla.
El acceso (gratuito) a la información también ha permitido que cuando una persona tenga un problema legal, lo primero que hace es investigar en internet sobre su problema y cuando acude a un abogado, es muy probable que sepa muchas cosas (no todo) como su abogado.
Adicionalmente, hoy en día, la realidad es que los clientes y abogados están cada vez más conectados. ¿Qué significa? Que si una persona necesita un abogado en alguna ciudad, solo busca por internet y puede encontrar al abogado específico que necesita. Además, las personas no quieren perder tiempo con trámites burocráticos y exigen mayor capacidad de respuesta de sus abogados, por lo que están cada vez más abiertos a trabajar con sus abogados de forma remota, utilizar video-llamadas, portal (sitio web) en línea para clientes y demás soluciones electrónicas para ver y firmar documentos (firmas electrónicas); de esa forma evitan perder tiempo en el viaje, organizar reuniones, entre otros.
A continuación, de forma muy breve, señalamos algunas herramientas tecnológicas que están cambiando el mercado legal a nivel mundial:
- Big data: Es la información (¡muchísima información!) que una empresa mantiene en un servidor en la nube y luego puede usar la máquina para procesar toda esa información. Antes solo se podía hacer eso si tenías una gran cantidad de abogados para revisar los documentos, extraer datos y conservarlos.
- Blockchain: Esta es una tecnología que se está utilizando para hacer seguimiento a todo tipo de transacciones (en el ámbito financiero, es conocido que se usa blockchain en las criptomonedas). En palabras simples, es una base de datos distribuida y segura que la tienen en diferentes servidores. De acuerdo a los expertos, aún no se ha visto su real dimensión pero podría aplicarse en diferentes áreas tales como: el registro de documentos, registro de transacciones, registro de propiedad, etc.
- Bots: Son robots de software que ayudan a automatizar tareas repetitivas en base a las reglas que se les programe. Esta herramienta tecnológica ayuda a estudios de abogados para que interactúen con miles de clientes de manera eficiente, llenen documentos, completen contratos, entre otros.
- Machine learning: A diferencia de los bots, aquí se da información al software y es éste quien conecta las reglas. Es una herramienta que ayuda a predecir riesgos futuros y/o los resultados de un juicio (en base a un conjunto de modelos), para luego tomar decisiones y/o redactar acuerdos en base a dichos riesgos modelados. También se suele usar en procedimientos de due diligence.
En conclusión, los potenciales clientes de servicios legales no quieren pagar por información que está disponible online (es más, de acuerdo a nuestra investigación, muchos de ellos prefieren solucionar sus problemas por ellos mismos –en base a la información disponible en internet- antes de contratar a un abogado) y no quieren perder tiempo en trámites burocráticos. Los potenciales clientes quieren pagar por servicios legales que les aporte valor (no por comprar horas por consultoría). Frente a esa realidad, los abogados deberán replantear su propuesta de valor a sus clientes para seguir creciendo en el mercado de servicios jurídicos.
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