Los más de 100 días en que los peruanos estuvimos inmersos en un aislamiento social a fin de evitar la propagación del COVID-19, dejó muchos cambios de comportamiento en los peruanos y reconfiguró nuestra forma de vida.
Un estudio realizado recientemente por In Target y Consumer Truth aplicado a 651 peruanos de todos los niveles socioeconómicos de 18 años a más, en Lima y otras 5 ciudades representativas del Perú, dejó ver en detalle este hecho y agrupó a los peruanos en 5 categorías, describiendo los cambios percibidos durante esta crisis.
Según el estudio denominado “Insights de Cuarentena”, la cuarentena dejó a la población dividida en los siguientes segmentos:
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24% de Peruanos “Blindados”:
Son personas a quienes la crisis los ha afectado poco y sus status quo se han modificado al mínimo.
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20% de Peruanos “Desconcertados”:
Son jóvenes a quienes la pandemia les ha hecho perder el equilibrio, preocupados por su economía.
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28% de Peruanas “Guerreras”:
Son mujeres quienes tienen una respuesta optimista a los nuevos cambios y tienen retos para realizar.
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11% de Peruanos “Golpeados”:
Son personas que han perdido sus empleados y probablemente se verán obligados a cambiar su giro. Son pesimistas.
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17% de Peruanos “Indiferentes”:
Son personas a quienes nada les afecta. La crisis no ha provocado nada en ellos.
Basándonos en este estudio, hemos generado este artículo para analizar la data más importante que un abogado debería saber para conocer cómo los consumidores están pensando sobre el futuro, a qué se le está dando mayor o menor valor y así tomar decisiones sobre qué servicios debería otorgar a sus potenciales clientes en función a sus nuevas necesidad legales. A continuación veamos las estadísticas:
Los Blindados
Es el segmento donde predominan los empresarios y emprendedores, de nivel socioeconómico AB de 46 años a más. Han podido mantener el trabajo y la ocupación de manera más estable, aunque señalan que han reducido sus ingresos desde que inició la cuarentena, pero han mantenido su estilo de vida.
Ellos han modificado muy poco sus hábitos de compra y consumo. Fue el segmento que más realizó sus compras de manera física.
El 46% considera que la economía del Perú irá peor, pero el 42% cree que su economía personal irá mejor. El 58% busca comprar los productos o servicios de organizaciones que ayuden a los demás. El 73% se ha relacionado más con sus hijos durante esta cuarentena y el 78% valora más a su familia.
En base a la data mencionada líneas arriba, bajo nuestra perspectiva, este público seguirá requiriendo de sus abogados reuniones presenciales, ya que sus hábitos digitales aún no han evolucionado al 100%.
Vemos también la necesidad de un mayor requerimiento de abogados de empresas y tributos que conozcan de comercio electrónico, para ayudar (al empresario) a optimizar mejor su capital en este nuevo contexto. Asimismo, este perfil de consumidor valora mucho los servicios de profesionales y empresas con actividades sociales, por lo que es importante que los abogados muestren su apoyo a sus clientes en esta etapa (por ejemplo, ofreciendo webinars, información de nuevas normas, etc.) y, si buscan captar más clientes de este segmento, será muy valorado que muestren sus acciones solidarias con sus comunidades.
Finalmente, aprovechando la coyuntura de reconexión con sus hijos y una revaloración de las relaciones familiares, es posible que las personas de este segmento requieran más que nunca la asesoría de abogados especialistas en planeamiento patrimonial, para ordenar sus bienes y/o asegurar el futuro de sus seres queridos (en caso de un fallecimiento intempestivo).
Los Desconcertados y Los Golpeados
El primer grupo -los desconcertados- corresponde a jóvenes a quienes principalmente la pandemia les ha hecho perder su empleo o frenar sus estudios. Son los que más usan la tecnología para continuar capacitándose o realizar algún trabajo.
El 33% ha quedado desempleado. Un 39% no sabe cuál será el futuro de su trabajo. El 59% está dispuesta a cambiar la actividad económica de su emprendimiento.
El segundo público -los golpeados- se refiere a los hombres de 24 a 45 años. Trabajadores independientes que principalmente han perdido sus empleos y están enfocados en sobrevivir o reinventarse. Son los que han dejado de comprar más.
El 33% se encuentra desempleado. El 54% afirma que sus ingresos se redujeron. El 53% ha cambiado algunas marcas por otras opciones más baratas.
Analizando ambos grupos y, considerando la alta demanda de personas que han solicitado a nuestra plataforma que le contactemos con abogados laboralistas entre el mes de marzo y julio (aumento de 40% con relación a meses anteriores), creemos que aún se mantendrá una demanda alta por abogados laboralistas; tanto en un público joven como adulto, ya que la tercera parte de ambos ha perdido repentinamente su empleo y muchos estarán desorientados sobre sus derechos laborales y las acciones que pueden tomar.
Las Guerreras
Mujeres, de 25 años a más, a quienes la crisis ha golpeado pero no se derrumban. Muchas perdieron su empleo y están volviendo a ser amas de casa, pero no se quedan aquí. Son el segmento que más actividades realiza.
El 89% afirma que la crisis las ha hecho más fuertes y al 71% las ha ayudado a luchar contra sus miedos. El 78% ha re-descubierto el sentido de la familia. El 47% estaría dispuesta a cambiar de actividad económica.
En este segmento se ve una mayor predisposición positiva ante la coyuntura, diversos especialistas de derecho podrían aprovechar este empoderamiento: especialistas de civiles o de familia, especialmente si son mujeres.
Asimismo, los abogados de empresas también podrían captar este segmento ofreciendo asesorías diseñadas para emprendedoras y comercio electrónico.
Los Indiferentes
Jóvenes de 18 a 24 años que no sienten que esta crisis los haya afectado realmente.
El 43% usa las redes sociales más que antes. El 39% manifestó no cambiar sus hábitos de consumo.
Consideremos que este público es el más representativo del avance del uso de tecnologías digitales. Pero una conclusión general del estudio denota como esta crisis nos volvió una “telesociedad”, aislados físicamente pero conectados virtualmente. Por lo que hacemos hincapié en la necesidad de que los abogados usen nuevas tecnologías durante el contacto con nuevos clientes y una mayor participación en plataformas digitales.
Finalmente este estudio deja como conclusión que la incertidumbre puede ser una gran traba, pero también un gran motivador de cambio. Tanto los negocios, como los comportamientos y hasta la sociedad se ha reinventado o ha dado grandes giros y los especialistas en el rubro legal deberían ir acorde con esta corriente si quieren continuar creciendo.
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